Nuestro cerebro y las mascotas
Ps. Patricia Gagliardi
Desde la antigüedad, las mascotas, principalmente perros y gatos, han ocupado un lugar destacado junto a la civilización humana. Desde su valoración como sagrados hasta su consideración de imprescindibles. Muchos de ellos han construido un prestigio que trascendió en el tiempo, algunos por proezas propias y otros por ser el compañero, ladera, sostén o inspirador de sus dueños.
Freud destacaba la percepción que su perro tenía, adepto a los Chow Chow, que compartían su consultorio, el psicoanalista solía destacar cómo estos lanudos podían discernir entre el amor y el odio, y se sorprendía cada vez que su mascota se paraba segundos antes de que la sesión terminara o cómo detectaba la ansiedad en sus pacientes antes que él. Al anunciar en 1926 su cancer de mandíbula en una entrevista con el periodista George Viereck, le aclara “Prefiero la compañía de los animales a la compañía humana. Son más simples. No sufren de una persona dividida. El animal es cruel, salvaje pero jamás tiene la maldad del hombre civilizado. Ésta es la venganza contra las restricciones que esa sociedad les impone…Mucho más agradables son las emociones simples y directas de un perro al mover su cola o al ladrar expresando displacer. Las emociones del perro nos recuerdan a los héroes de la antigüedad. Tal vez sea esa la razón por la que inconscientemente damos a nuestros perros nombres de héroes como Aquiles o Héctor".
Lump el perro de Pablo Picasso tuvo una gran complicidad con el genio pintor,que incluso dormían juntos y era el único que podía permanecer en la misma habitación que mientras éste trabajaba.
Andy Warhol, vivía con una veintena de gatos, hay litografías de ellos antes de ser el padre del Pop Art, luego su amor se amplió a los perros y uno se convirtió en un compañero inseparable, que asistía hasta sus reuniones y muestras de arte.
Ernest Hemingway era un enamorado de los gatos y habiendo tenido que sacrificar a uno de ellos con el que compartió la vida por once años expresa su angustia en la escritura.
Frida Kalho vivía rodeada de animales y se analiza como que suplantaban su maternidad frustrada o sus problemas de amor, ellos cubrían un vacío. Otros influyeron en la escritura, como en la de Julio Cortázar. Los amigos de él decían que Julio tenía ojos de gato y su gato ojos de escritor. Su gato llamado como el filósofo Adorno, y en sus escritos hay referencias de Adorno que son en relación a su gato, cosa que desconcertaba a traductores que desconocían esta particularidad del escritor. En todas sus grandes obras aparecen gatos.
Jorge Luis Borges, adoraba a su gato, Beppo, a quien dedica un poema:
El gato blanco y célibe se mira en la lúcida luna del espejo
y no puede saber que esa blancura y esos ojos de oro que no ha visto
nunca en la casa son su propia imagen.
¿Quién le dirá que el otro que lo observa
es apenas un sueño del espejo?......
Podría seguir mencionando ejemplos, Juan Domingo Perón, Virginia Woolf, Marilyn Monroe, Truman Capote y hasta Tita Merello con su perro Corbata, pero no más sorprendentes que Adolf Hitler amando a Blondie, una Pastor Alemán que supo conquistar al más cruel de los hombres.
¿Qué hay detrás de estas conquistas? ¿Cómo puede explicar hoy la nuerociencias esta relación?
El equipo de la psiquiatra Sandra Baker de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) midió las ondas cerebrales de distintos dueños de perros antes y después de pasar un rato con ellos. Estos estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión ya que experimentan un aumento de oxitocina, se estimula la producción de serotonina y la dopamina,al mismo tiempo que el cortisol se disminuye.
¿Qué significan estos resultados?
La oxitocina es la hormona responsable de que amemos, seamos fieles, compasivos, amables, entre otras funciones, es la llamada hormona del amor.
La serotonina es una sustancia química producida por el cuerpo humano, que transmite señales entre los nervios, funciona como un neurotransmisor. Es considerada por algunos investigadores como la sustancia química responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo, por lo que el déficit de serotonina conduciría a la depresión. Se considera que puede afectar el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito y la digestión, el sueño, la memoria, y el deseo y desempeño sexual de una persona.
La dopamina en nuestro organismo proporciona energía mental, mejora la atención, el control de los impulsos, la motivación y la determinación. Su deficiencia se traduce en fatiga, mareos, aumento de peso, problemas de atención, disminución de deseo sexual y bajo control de impulsos. Y el cortisol es la hormona que se libera en respuesta al estrés, sus niveles dependen de éste. Excluyo aquí todos los efectos a nivel social que producen debido a que facilitan la interacción entre individuos.
Se dice que el poeta Lord Byron que tuvo cientos de amantes, tanto mujeres como hombres, no quiso a ningún ser humano tanto como a su perro. Se le atribuye la famosa frase “cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”. Después de analizar los efectos beneficiosos en nuestro cerebro de la relación hombre-mascota es innegable que le gana a cualquier otra. El mismo Byron mandó construir un mausoleo a su mascota y le dedicó el siguiente epitafio, tal vez el tinte emocional lo traduce en exageración pero no por ello le quita veracidad:
“Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos. Estos elogios, que serían alabanzas inmerecidas de estar escritas sobre cenizas humanas, son apenas un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro”.
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