martes, 27 de noviembre de 2018

La ATENCIÓN no se presta




Psic. Patricia Gagliardi 


El procesamiento de la información necesita de un esfuerzo cognitivo logrado a través de la atención. Ésta contribuye a la coherencia y continuidad del comportamiento orientado hacia un fin.  Posner explora en relación a la atención “cómo el control voluntario y la experiencia subjetiva surgen y regulan nuestra conducta” (Posner, 2007) constituyéndose en la base de todos los procesos cognitivos. Lograr un objetivo requiere de determinados dispositivos biológicos en concordancia con las necesidades internas, las demandas del medio ambiente y las experiencias adquiridas  que guarda nuestra memoria.
Las primeras investigaciones sobre la atención se remontan a 1879 con Whilhem Wundt que con la “apercepción” indica cómo una idea ocupa prioritariamente la conciencia dando unidad a un proceso mental. William James caracteriza a la atención voluntaria como la toma de posesión por la mente de forma vívida de uno objeto o pensamiento que aparece entre varios. Con referencia a la selectividad y direccionalidad fue Luria quien distingue las zonas cerebrales relacionadas con la atención involuntaria y voluntaria y determinando su modularidad y negando que sea un proceso unitario. Muchos han aportado a estos conceptos, pero realizando un salto importante  de diferentes posturas en torno a la atención, retomo a Posner quien después de reformular su propuesta postula que la atención depende de tres circuitos o redes neuronales:


La red de alerta implica mantener un estado de vigilancia a los estímulos entrantes, pero ese estado de vigilancia debe estar dentro de los parámetros aceptables, en sus extremos cuantitativos interfiere con la atención, es decir, si se está en  hipoestado de alerta o en hiperestado de alerta impedirá los canales de ingreso de la información focalizada. Basta con recurrir a nuestra evolución para evaluar la importancia de la atención en la humanidad. El homo sapiens sobrevivió por estar muy alerta a todos los estímulos visuales, estamos vivos porque nuestros antecesores estuvieron alertas al medio, a los signos de la naturaleza, a los depredadores, a los cambios, es precisamente esta red que nos perpetuó como especie. Esta red se asocia a regiones talámicas, frontales y parietales de la corteza y su modulador es el neurotransmisor noradrenalina.

La red de la orientación permite la alineación con una fuente de señales sensoriales. Las estructuras que la sustentan son el lóbulo parietal posterior y la unión tempero-parietal, los campos oculares frontales y su neurotransmisor es la acetilcolina. Es altamente susceptible a los distractores ya sea biológicos, psicológicos o ambientales. 
La red del control y atención ejecutivas  es  la atención para la acción, programación, regulación y verificación de la actividad. Es la más compleja de la atención voluntaria implica monitorear y resolver conflictos en planeamiento, tomar decisiones, detectar errores, seleccionar información irrelevante y sobreponerse a acciones habituales. Involucra estructura del córtex límbico y la región frontal (el giro cinglado anterior, el núcleo ventral lateral, la corteza prefrontal y los ganglios basales) y su modulador es la dopamina.   
Por todo lo desarrollado hasta aquí, sobra justificar el título de este artículo. Sostener la atención, es decir, alertarse en modo adecuado, orientarse hacia lo específico y actuar en consecuencia, en tiempos posmodernos y bombardeados por las multipantallas, cotiza en bolsa. Cuando interrogamos al otro con un:¿por qué no me prestás atención? Debemos saber que la atención no se puede prestar, debo poseerla y trabajarla para mi beneficio.

Síntesis: 
Bibliografía

Alvarez González, M. A.; Trápaga Ortega, M. & Morales Valiente, Claudia (2013) Principios de neurociencias para psicólogos. Bs. As., Paidós.
Ardila, A. A., & Solís, F. O. (2008). Desarrollo histórico de las funciones ejecutivas. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, 8(1), 1-21.
Luria, A. R. (1979). Atención y memoria (pp. 7-38). Fontanella.
Posner, M. I. (1980). Orienting of attention. Quarterly journal of experimental psychology, 32(1), 3-25.
Posner, M. I., & Petersen, S. E. (1990). The attention system of the human brain. Annual review of neuroscience, 13(1), 25-42.
Posner, M. I., Snyder, C. R., & Solso, R. (2004). Attention and cognitive control. Cognitive psychology: Key readings, 205.