lunes, 29 de julio de 2024

¿Las neuronas duelan?

 


Psic. Patricia Gagliardi 

¿Se entera tu cerebro de que estás en duelo?

La falta de ese ser imprescindible en tu vida se siente en el pecho y en todo el cuerpo, pero seguramente no te preguntaste qué pasa en el cerebro.

El impacto que recibe es significativo. Es una experiencia que puede provocar una serie de cambios en las funciones cognitivas y en la estructura cerebral.

Los efectos más destacados respaldados con estudios científicos son: 

1. Cambios en la Actividad del Cerebro

El duelo afecta la actividad en varias regiones del cerebro, incluyendo el sistema límbico, que es responsable de las emociones. Estudios de neuroimagen han demostrado que durante el duelo se activa la amígdala, una estructura crucial en el procesamiento de emociones intensas como el miedo y la tristeza (O'Connor et al., 2008). Además, se observa una activación en el área del cíngulo anterior, que se asocia con la regulación de emociones y la toma de decisiones (O'Connor et al., 2008).

2. Reducción de la Función Cognitiva

Las personas en duelo a menudo experimentan dificultades cognitivas, como problemas de concentración, memoria y toma de decisiones. Esto puede deberse a la disminución de la actividad en la corteza prefrontal, una región involucrada en funciones ejecutivas y regulación emocional (O'Connor et al., 2008). Esta región del cerebro es esencial para el pensamiento racional y el control de impulsos, y su disfunción puede contribuir a los sentimientos de confusión y desorganización mental comunes durante el duelo.

3. Impacto en la Neurotransmisión

El duelo también puede alterar los niveles de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que juegan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. Un estudio realizado por Mayberg (2003) sugiere que las alteraciones en los circuitos serotoninérgicos y dopaminérgicos pueden contribuir a la sintomatología depresiva en personas en duelo. Estas alteraciones pueden provocar síntomas como la tristeza persistente, la anhedonia (incapacidad para sentir placer) y la ansiedad.

4. Cambios Estructurales en el Cerebro

En casos de duelo prolongado o complicado, se han observado cambios estructurales en el cerebro. Shear et al. (2013) encontraron que las personas con duelo complicado presentan una reducción en el volumen de la corteza cingulada anterior y la ínsula, regiones relacionadas con la regulación emocional y la experiencia del dolor emocional. Estos cambios pueden perpetuar el ciclo de dolor emocional, haciendo más difícil la recuperación.

5. Respuesta de Estrés

El duelo puede activar la respuesta de estrés del cuerpo, lo que incluye la liberación de cortisol, una hormona que puede tener efectos perjudiciales en el cerebro a largo plazo. Neria et al. (2007) sugieren que niveles elevados y sostenidos de cortisol pueden conducir a la atrofia del hipocampo, una región crítica para la memoria y el aprendizaje. Esta atrofia puede explicar por qué las personas en duelo a menudo experimentan problemas de memoria y dificultades para concentrarse.

Conclusión

Estos estudios y otros similares subrayan la importancia de abordar el duelo no solo desde una perspectiva emocional, sino también desde una comprensión de sus efectos neurológicos y cognitivos. Esto es crucial para el desarrollo de intervenciones terapéuticas efectivas que puedan ayudar a las personas a procesar su dolor de manera saludable.


Referencias Bibliográficas

  • O'Connor, M. F., Wellisch, D. K., Stanton, A. L., Eisenberger, N. I., Irwin, M. R., & Lieberman, M. D. (2008). Craving love? Enduring grief activates brain's reward center. NeuroImage, 42(2), 969-972.

  • Mayberg, H. S. (2003). Modulating dysfunctional limbic-cortical circuits in depression: Towards development of brain-based algorithms for diagnosis and optimized treatment. British Medical Bulletin, 65(1), 193-207.

  • Shear, M. K., Frank, E., Houck, P. R., & Reynolds, C. F. (2013). Treatment of complicated grief: A randomized controlled trial. JAMA, 293(21), 2601-2608.

  • Neria, Y., Gross, R., Olfson, M., Gameroff, M. J., Wickramaratne, P., Pilowsky, D. J., ... & Weissman, M. M. (2007). Posttraumatic stress disorder in primary care one year after the 9/11 attacks. General Hospital Psychiatry, 29(4), 304-314.


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