Película: La Educación Prohibida
Dirección: German Doin.
Eulamproducciones 2012
Reflexión sobre el filme La Educación Prohibida y su
relación con el aprendizaje y el cambio cognitivo.
Ps. Patricia Gagliardi
“La Educación Prohibida” es un filme
documental que se propone y logra criticar la forma de entender la educación
hoy. Hace visible sus contradicciones e intenta dejar planteada la necesidad de
un nuevo paradigma. En su recorrido histórico
saca a relucir las bases que sostienen la escuela más dedicada al
encierro, al orden, el silencio y la producción, en donde el niño parece más un
cuenco por llenar que un científico a descubrir y apuesta al reconocimiento, desde la imagen y
las ideas, de una educación centrada en el amor, el afecto, la libertad y el
aprendizaje.
Con la
“Alegoría de la caverna”[i] se
da inicio a un camino que invita a la
reflexión, sin proponerse dar respuestas sino dando la posibilidad de generar
dudas, plantear preguntas y cuestionamientos; recuperar saberes, desempolvar teorías y
combinarlas.
Si bien este filme ya ha sido interpretado por
algunos sectores como un ataque a la escuela, selecciono la analogía planteada
por Carlos Calvo Muñoz[ii] con un cuento de Jorge
Luis Borges [iii], sosteniendo que “La educación es el
territorio donde el aprendizaje sucede y la escuela es el mapa, el mapa no
puede reemplazar al territorio”. Profundizando
esta metáfora, tampoco destruir el mapa, al modo en que lo hicieron los
cartógrafos en la narrativa, nos lleva a un buen final. En este punto es
apropiado trasladar la educación a la escuela, ver la escuela como un banco de
experimentación, y como en toda experimentación los mal
llamados “errores” ser una fuente
privilegiada de información[iv] para poder trazar los
pasos en el camino de la enseñanza.
Comienzo
a reconocer las sombras afuera de la
caverna.
Dicen[v] que un periodista le
pregunta a Thomas Edison sobre sus sentimientos por haber fallado mil veces en
su gran invento y él respondió que no falló mil veces sino que la invención de
la lámpara tiene mil pasos a seguir y esta es la visión necesaria en el aula.
En este sentido considero que hay errores mal llamados ya que el término carga
con una impronta cultural que le otorga una connotación negativa. “Si se concibe el aprendizaje como un
proceso de construcción de significados compartidos (Coll y otros, 1995;
Werstch, 1984; Edwards y Mercer, 1987) las concepciones de los alumnos dejan de
verse meramente como un “error” para entenderse como el paso en el que se
encuentra el alumno en la construcción de nuevos saberes”[vi]
Esta mirada sobre el aprendizaje considera a las ideas previas como
consecuencia del contacto con el entorno cultural y social. Tanto R. Pea, D. Perkins
y G. Salomón sostienen que la mente nunca opera sola sino asistida por personas
y herramientas tanto físicas como simbólicas. El entorno puede lograr que la
persona acceda a conceptos complejos que no accede la persona solista, y aún
así las aulas insisten con el individualismo y la arquitectura escolar lo
favorece aún más. Retumban los pedidos de silencio, de alineación y de orden.
El aprendizaje es algo que se produce en
situación, no es algo que está en la cabeza, las actividades siempre están
ligadas al contexto. Gavriel Salomón (2001)
afirma que la cognición al igual que las herramientas, artefactos y
sistemas simbólicos son saberes compartidos por los individuos, de manera tal
que el pensamiento estaría situado y distribuido socialmente en contextos
particulares de intenciones e instrumentos. Si se reúnen en un sistema nos indica las relaciones que se
producen entre sus componentes con propiedades emergentes que no pertenecen
exclusivamente a ninguno de esos componentes y sí a todo el sistema. Roy
Pea prefiere referirse al término cognición distribuida, como aquellos saberes
que están presentes en diferentes personas y que, al compartirse, pasan a ser
apropiados por los compañeros del grupo para la cual Gavriel Salomón explica que el producto de la
asociación intelectual que resulta de la distribución de las cogniciones no es
atribuible a ninguno de los asociados ya que es un producto de la relación, del
mismo modo que las propiedades emergentes de los sistemas.
El filme insta a adherirse a los modelos
experienciales y calientes del cambio conceptual[vii] que abordan el uso del
contexto, los elementos motivacionales y afectivos otorgándole la relevancia
que tienen en relación al favorecimiento del proceso de aprendizaje y al cambio
conceptual en sí mismo. Se rescatan frases textuales como:
ü “Todo
vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la
realidad en que vivimos” H. Maturana
ü “Estudiar
no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas” Paulo Freire
ü “Podemos
vivir sin saber logaritmos pero no podemos vivir sin relacionarnos con otras
personas”
ü
“Se educa para la competencia, no para la paz
ni para la integración”
En este último punto nos cuestiona los
parámetros evaluativos que son utilizados actualmente, si bien he acotado el
análisis a algunos escasos conceptos del
aprendizaje dejo abierto el interrogante
sobre este aspecto. El mapa tiene hoy demasiadas imprecisiones, se
necesita observar nuevamente el
territorio y retrazarlo o para utilizar un término más actual: reconfigurarlo tantas
veces como sea necesario.
Valoro el aporte de “La Educación prohibida”
ya que nos ha puesto a reflexionar sobre lo que tenemos, lo que queremos y lo
que podemos.
Nos ha expulsado de la caverna y esto no se
transita sin dolor.
[i] Referido al Mito o Alegoría de la Caverna de
Platón (Libro VII, “República”)
[ii] Calvo Muñoz, Carlos, educador investigador,
Chile.
[iii]
Borges, J.L. (1960) “Del rigor
en la ciencia”. El hacedor.
[iv] Martín Ortega, E (2000) ¿Puede ayudar la teoría del cambio conceptual a
los docentes?. Revista de investigación e innovación educativa N° 26.
[v] Relato extractado de “La Educación
Prohibida”
[vi] Martín Ortega, Op. Cit.
[vii] Rodriguez Moneo, Ma. (2000) Cambio
conceptual y educación. Revista de investigación e innovación educativa N° 26.
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