Incluye material para todos aquellos aprendienseñantes o enseñaaprendientes que puedan hacer un buen uso de él.
martes, 19 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
Modificaciones sobre la memoria
Por BBC Mundo, BBC Mundo, actualizado: 16/07/2011
Internet está cambiando nuestra memoria
La posibilidad de almacenar datos en ordenadores o en internet hace que cambie la manera
en que organizamos la memoria y los mecanismos para recordar, de acuerdo con un estudio
de investigadores estadounidenses.
"Ilustración de un cerebro humano"
Las computadoras e internet están cambiando la naturaleza de
la memoria humana, de acuerdo con un estudio publicado en la
revista Science.
En los experimentos que realizaron, cuando le hacían preguntas
difíciles a los participantes estos empezaban a pensar en
ordenadores.
Cuando los participantes sabían que podrían ir más tarde a
buscar un dato en una computadora, su memoria de las
respuestas concretas era pobre pero tenían un mejor recuerdo
de dónde encontrarlas.
Los investigadores consideran que internet funciona como una "memoria transitiva", de la que dependemos
y que recuerda por nosotros.
La autora principal del trabajo, Betsy Sparrow, de la Universidad de Columbia, Estados Unidos,
dijo que la memoria transitiva representa "una idea de que hay fuentes externas de memoria;
verdaderos espacios de almacenamiento que existe en otros".
"Hay personas expertas en ciertas cosas y dejamos que lo sean, los hacemos responsables de
cierto tipo de información", le explicó a la BBC.
Su coautor, Daniel Wegner, quien ahora está en la Universidad de Harvard, había hablado
de la noción de memoria transitiva en un texto llamado "Interdependencia Cognitiva en Relaciones
Cercanas", en el que consideraba que en relaciones largas cada miembro de la pareja confía en
el otro para que funcione como su banco de recuerdos.
"Realmente creo que internet se ha vuelto una variante de esta memoria transitiva, y es algo que quise
verificar", dijo Sparrow.
"Dónde", no "qué"
La primera parte de la investigación consistió en evaluar si los sujetos eran impulsados a pensar en
computadoras y en internet al hacerles preguntas difíciles.
Para eso, el equipo utilizó lo que se conoce como test de Stroop modificado.
El test de Stroop estándar mide cuánto tarda un participante en leer una palabra de un color si la
palabra es el nombre de otro color; por ejemplo, la palabra "verde" impresa en azul.
Los tiempos de reacción se incrementan cuando en vez de pedirles que lean palabras de colores se
les pide que lean palabras sobre temas sobre los que podrían ya estar pensando.
De este modo el equipo demostró que tras hacerle preguntas difíciles de verdadero o falso a los
participantes los tiempos de reacción para vocablos relacionados con internet eran más largos.
Esto sugeriría que cuando los participantes no sabían la respuesta, ya estaban considerando la
opción de buscarla en un ordenador.
En un experimento más revelador le dieron a los participantes una serie de datos. A la mitad le
dijeron que los archiven en unas carpetas de computadora, mientras a la otra mitad se les dijo
que los datos se borrarían.
Al pedirles que trataran de recordarlos, aquellos a los que les habían dicho que la información ya
no estaría disponible respondieron notablemente mejor que los quienes la habían guardado.
Pero quienes esperaban que la información todavía estuviera disponible recordaban muy bien en
qué carpetas habían puesto los datos.
"Esto sugiere que cuando sabemos que podemos encontrar algo en línea solemos mantenerlo ahí
en términos de memoria, almacenado de forma externa", dijo Sparrow.
Según ella la tendencia de los participantes a recordar la ubicación de la información antes que
la información misma no es un signo de que la gente está perdiendo la capacidad de recordar,
sino que está organizando grandes cantidades de información de una forma más accesible.
"No creo que Google nos esté haciendo estúpidos; sólo estamos cambiando el modo en que
recordamos las cosas... Si en estos días uno puede encontrar datos en línea aun cuando está
caminando por la calle, entonces la habilidad que hay que tener, lo que hay que recordar, es
dónde ir a buscar la información. Es igual que con la gente: lo que hay que recordar es a quién
ir a preguntarle sobre (un tema específico)".
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martes, 5 de julio de 2011
lunes, 4 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
Problemáticas contemporáneas de la Educación II - Problemas de aprendizaje
Diario La Capital (04/06/11)
Los problemas de aprendizaje no existen
“Los problemas de aprendizaje no existen”(*) es el libro donde se aborda una problemática específica: los denominados “problemas de aprendizaje” pero desde el paradigma de la complejidad.
Lejos de desconocer el fenómeno o negar que el aprendizaje de cualquier conocimiento conlleva obstáculos, errores sucesivos, resignificaciones, aquí la invitación es a realizar una “lectura” del mismo desde una nueva perspectiva. Una perspectiva que posibilite comprender las múltiples dimensiones de análisis, la pluricausalidad del fenómeno, y las interrelaciones e “inter-retro-acciones” entre ellas y con otros fenómenos (violencia, necesidades educativas especiales, diversidad, integración, inclusión, entre otras).
El análisis aquí propuesto abre entonces nuevos caminos, aún no transitados, para el abordaje de los “problemas de aprendizaje” en el aula y la escuela.
El trabajo reúne preguntas, respuestas provisorias, propuestas alternativas e invita a los docentes y a otros profesionales de la educación a romper certezas y a tener una actitud crítica ante el conocimiento. También a entrar en el camino de lo incierto; a contextualizar el análisis de las problemáticas educativas y a tener conciencia de que toda acción entra en interacciones e inter-retro-acciones dentro del contexto en el que ocurre y del que forma parte.
A la vez lleva a saber que no hay estrategias a priori, ya que devienen del análisis y la interpretación de lo uno y lo múltiple, junto, y de la contextualización del acontecimiento; y, a reconocer que la incertidumbre de lo humano y del conocimiento no implica escepticismo sino apuesta y compromiso con el otro y la sociedad toda.
Otras dimensiones. El uso de la categoría de análisis “problemas de aprendizaje” sólo cobra sentido desde el paradigma de la simplicidad que opera de un modo lineal, monocausal. Un paradigma que separa lo ligado o unifica lo diverso, considerando sólo una de las dimensiones de análisis en juego: el alumno.
Y, por lo tanto, desconsiderando otras dimensiones de análisis (múltiple) como el propio proceso de construcción del conocimiento y el sistema causal (que nunca es uno); la familia; la escuela como institución y como organización; las estrategias didácticas; lo político, lo económico, lo social y lo cultural a nivel estructural y coyuntural, a nivel macro y micro.
Pensar y obrar desde la simplicidad es como mirar el mundo por el agujero de la cerradura; mirada que permite ver lo uno, pero nunca lo uno y lo múltiple junto.
Si ante un mismo fenómeno, por ejemplo de aprendizaje, miramos por la cerradura y enfocamos al alumno, tendremos problemas de aprendizaje, si enfocamos a la familia tendremos problemas familiares, si enfocamos al docente tendremos problemas de enseñanza, y así sucesivamente.
Pero no se trata de problemas, sino de un fenómeno complejo que se construye a lo largo del tiempo y a lo ancho de un contexto en el que intervienen múltiples dimensiones de análisis. Se trata de una problemática que desborda lo que haga o deje de hacer un alumno.
Prevención. Por eso se propone analizar y abordar los casos particulares pero no como casos individuales y aislados, sino en el marco de la trama que se configuran en el proceso de su construcción o producción; donde el alumno (lo uno) sólo constituye uno de los nudos de dicha trama (lo múltiple); donde el fenómeno del (no) aprender es a la vez lo uno y lo múltiple, donde el contexto no es algo externo sino que el fenómeno es parte constitutiva del contexto, donde podamos analizar cada una de las dimensiones que intervienen y cada una de las causas que lo provocan, a la vez que podamos analizar dicho fenómeno interrelacionados con otros (y no en forma aislada, por separado).
Dicho con más propiedad, la posibilidad de prevención y/o de resolución de un “problema escolar” (de aprendizaje, de violencia, de inclusión, por citar algunos pocos), tiene que partir del reconocimiento de la complejidad de los mismos, del conjunto de componentes causales que lo producen o provocan, y del análisis de cada caso singular, pero en el marco de la trama de producción y de la lógica de construcción del mismo, considerando simultáneamente, lo uno y lo múltiple.
Entonces ya no tendremos niños con problemas de aprendizaje ni niños diferentes. Tendremos una problemática compleja que nos comprende y que comprende a múltiples componentes que la constituyen y la producen.
(1) “Los problemas de aprendizaje no existen. Propuestas alternativas desde el pensamiento de la complejidad”, título completo del libro del autor de esta nota.
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