viernes, 12 de febrero de 2016

¿Una sociedad cada día más psicopática?

¿Una sociedad cada día más psicopática?

Ps. Patricia Gagliardi

Cuando oímos o decimos la frase, que a su vez delata nuestra edad: “esto hace veinte años no pasaba”, creo que queremos transmitir justamente eso, que hoy la sociedad se ha vuelto psicopática. Sin hacer un exhaustivo análisis sociológico comprobamos casi sin alarmarnos de la exposición constante a pornografía en internet y en medios de comunicación que logran una anestesia ante la conducta sexual normal. Las amistades pululan en el ciberespacio y se alquilan a cambio de sentencias: “seguirme que te sigo” y entras a la popularidad por la cantidad de seguidores, cuando ser amigo no es seguir sino “ir al lado”. Los tutoriales de cómo evadir infracciones de tránsito no nos horrorizan, los miramos “por las dudas” y podría seguir enumerando miles de acciones que son penalizadas por la sociedad, lejos de ellos nos convertimos en reproductores de las mismas.
En los últimos tiempos hay un tema que nos hermana y es la “violencia de género” a la que yo editaría como “asesinato del más débil”, pero para que se llegue a un debilitamiento pasaron innumerables hechos que fueron naturalizados o bien analizados desde la mirada de una sociedad psicopática. ¿Hemos corrido el umbral del horror?
Desde una perspectiva histórica, entre los siglos XI y XVIII, los europeos anticipando las consecuencias de su acciones, fueron inhibiendo, controlando, sus impulsos. La cultura de la venganza le dio lugar a la dignidad, al control de los impulsos. Por aquellos tiempos dejar pasar una afrenta era cosa de poco hombre, actitud de débiles. Luego en esta moderación de las emociones también se produjo la generalización y el descenso a todas las clases sociales. Y se puede aventurar que en este congelamiento emocional se ha caído en la psicopatía compuesta por una raza de individuos con un desarrollo diferente, un homo psicopatis? tal vez, caracterizado por poca noción de normas sociales, escaso respeto de los sentimientos de los demás y casi ninguna preocupación por las  consecuencias de sus actos. En este cuadro sería un buen ejercicio  pensar el Bullying en el cual un grupo entero de niños-adolescentes opera psicopàticamente.

¿Naturalizamos la explotación del otro?